(www.uso.es)
La EPA del último trimestre de 2022 recoge el empeoramiento del trabajo en España, tanto con subida de paro como con bajada de ocupación, en contra del paro registrado. Y más acentuado aún en datos desestacionalizados. Según la encuesta del INE, el paro subió con respecto al último trimestre en 43.800 personas, un 1,47 %, y se contabilizan 3.024.000 parados, 43.800 más que en la anterior estadística. En términos desestacionalizados –recordemos que en noviembre y diciembre se dan campañas comerciales estacionales-, la subida del paro es aún mayor: 2,32 %.
También la ocupación se resintió al acabar 2022, que cerró el peor período desde 2016. Se perdieron 81.900 ocupados, tras cuatro diciembres en los subieron, incluidos los años de pandemia. En 2017, aún saliendo de la crisis, bajó en 50.900 ocupados, cifra menor que en 2022. Además, los datos son peores si miramos al sector privado: la bajada de ocupados es de 101.900 personas, que se corrige ligeramente por los 20.000 nuevos ocupados en el sector público.
“Los datos se desvían bastante del paro registrado, que reflejó bajada en los tres meses que cubre esta EPA –octubre, noviembre y diciembre-, sumando un total de 104.266 parados menos, que nada tienen que ver con los 43.800 que dice la EPA que hay de más”, compara Joaquín Pérez, secretario general de USO.
El dirigente de USO recuerda que “la EPA siempre se ha considerado más fiable por reflejar de verdad la que gente que no tiene trabajo, se registre o no en el SEPE. Y lo que está claro es que las personas que tengan contratos en vigor pero no estén trabajando, como ocurre con el boom de los fijos discontinuos, no se sienten activos porque la realidad es que no lo están. De ahí que esta EPA sea tan importante, ya que demuestra lo que el paro registrado oculta: hay menos empleo y peor”.
Los datos de la Seguridad Social también hablan de menos contratación
Así, acudiendo a la Seguridad Social, los fijos discontinuos se han más que duplicado de diciembre de 2021 a 2022 (381.985 por 833.648), y también han crecido mucho más en proporción los indefinidos firmados con jornada parcial que a completa. “Datos, los de la Seguridad Social, que también confirman el parón del empleo en el último trimestre, con bajada en la contratación, y un fin de 2022, el anunciado como el del fin de la contratación temporal, con una media de días trabajados por cada contrato más baja que en 2021: un contrato en España dura de media 43,68, por los 45,62 días de hace un año, antes de la reforma laboral inacabada. Para celebrar el fin del empleo precario, hacen falta reformas con mayúsculas, no solo cambios de nombres”.