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Desde USO denunciamos que los nuevos datos de paro confirman la tendencia crónica de mejora numérica y de empeoramiento de la calidad del empleo. El número de desempleados registrados en las Oficinas de los Servicios Públicos de Empleo, al finalizar el mes de febrero, ha descendido en 9.355 personas en relación con el mes anterior. En valores relativos, la reducción del paro es de un 0,25%.
De esta forma, el paro registrado se ha situado en 3.750.876, cifra que excluye a ciertos colectivos demandantes de empleo como los que buscan su primer empleo, trabajadores beneficiarios del subsidio agrario o personas apuntadas a cursos de formación, a los que hay que sumar los que no están inscritos.
Un mes más, tenemos que lamentar el aumento del paro en personas menores de 25 años, que aumenta en 5029 personas con respecto al mes anterior, siendo la única franja de edad en la que aumenta el desempleo. El aumento del paro juvenil no hace más que agravar la situación vulnerable del colectivo joven, con las consecuencias que a corto, medio y largo plazo puede tener para el conjunto de la sociedad. Además, el único sector en el que ha aumentado el paro es en el sector de la agricultura, con casi 10.000 parados más y vuelven a aumentar los parados sin empleo anterior.
Datos positivos en la estadistica, pero no estamos satisfechos
Siendo datos positivos, desde USO no podemos estar satisfechos con las cifras, de los casi millón y medio de contratos registrados, tan sólo noventa mil son de carácter indefinido, el 6,2%, evidenciando la construcción de un mercado laboral precario e inestable y un empleo basado en la temporalidad muy dependiente de cualquier vaivén económico.
Finalmente, con respecto a los datos de afiliación a la seguridad social, que se ha incrementado en 74.080 cotizantes, alcanzando los 17.748.255 en total, desde USO destacamos que a día de hoy se trabajan menos horas que en 2011, el empleo se reparte y trocea con jornadas irrisorias que maquillan los números, se incrementa la desigualdad y el número de cotizantes pobres, sólo con políticas de empleo estable y de calidad podremos empezar a hablar en serio de recuperación.