-www.uso.es- El paro vuelve a acercarse a los 4 millones y sufre una subida interanual sin precedentes del 21,1%. Un mes, abril, en el que el año pasado se dio el grueso de las contrataciones de Semana Santa y en el que este año “no se ha creado ese empleo turístico por razones obvias, pero no se ha parado la sangría de despidos y finalizaciones de contratos. No todas las personas han quedado protegidas por las medidas y eso se refleja en que casi 600.000 trabajadores se han ido al paro entre marzo y abril”, reprocha Joaquín Pérez, secretario general de USO.

Un mes más, vuelve a ser mayor el incremento en el paro masculino que en el femenino, “por haber pervivido los empleos de cuidados y servicios, justamente el empleo más castigado por la precariedad. Algo que también se nota en la temporalidad: se ha seguido contratando en abril, aunque ha caído notablemente el ritmo, pero más del 91% de esos contratos han sido temporales. La alta rotación y poca estabilidad en nuestros servicios básicos, como la Sanidad, obliga a replantearse el modelo de estado del bienestar en el que vivimos. Es inconcebible que los garantes de nuestra salud, a quienes la población sigue honrando cada tarde, estén de nuevo a la cola del paro”, critica Pérez.

La crisis evidencia la necesidad de “cambio de normalidad”

“Poco a poco la actividad está empezando a volver a la normalidad. La llaman nueva normalidad, y efectivamente para eso tiene que servir este mazazo que hemos recibido como sociedad: para darnos cuenta de que lo que percibíamos como normalidad tampoco lo era. Tener un 14% estructural de paro y los jóvenes europeos con menos futuro no era normal. La crisis ha evidenciado nuestras principales carencias, que pasan por la investigación y por una reindustrialización que nos permita abastecernos y abastecer a otros países: el motor de la recuperación pasa por favorecer la actividad y el emprendimiento en esos sectores”, augura el secretario general de USO.

Por todo ello, Joaquín Pérez apura a que “el Gobierno debe reaccionar ya. Mientras se destruye empleo a un ritmo incesante y se cierran miles de empresas, con unas previsiones económicas tan poco halagüeñas debe dibujarse ya un gran acuerdo por el empleo y la recuperación económica con el trabajo en el centro”.