(Fuente: Telecinco) De las lanchas de los narcos a las manos de la policía y de ahí al depósito de Cádiz, en un sótano tras esta valla. Así llegaron en el 2016, 145.000 kilos de droga. Acumulándose delante de los ojos y las narices de los funcionarios de la Subdelegación de Gobierno.
El sindicato USO ya tiene dos denuncias, pero son más las personas que sufren dolores de cabeza o irritación de ojos por estar sentados encima de la droga. Imagínense el hedor de cientos de placas de hachís y plantas de marihuana en descomposición emanando del búnker. Hace cinco años se acordó acelerar la destrucción de la droga acumulada y se ha logrado reducir la cantidad a la mitad para que no quede ni rastro.