El aumento de la edad de jubilación, el trabajo precario, dificultad para encontrar trabajo estable, son situaciones que perjudican a los jóvenes, que solo encuentran trabajos precarios e inestables, unido al problema del COVID 19, hace que España sea, desde hace medio año, el país de Europa con mayor tasa de paro entre los menores de 25 años. Hasta febrero, Grecia lideraba el ‘ranking’, pero con la llegada de la COVID-19 España subió el último escalón para alcanzar la cima del desempleo juvenil.

En solo seis meses, el desempleo juvenil en España ha dado un gran salto atrás de  cuatro años, colocándose al mismo nivel de julio de 2016, de hecho, el paro juvenil venía decreciendo progresivamente desde julio de 2013 hasta llegar a un mínimo el pasado mes de diciembre.

La crisis sanitaria y económica derivada de la pandemia ha hecho mella en el empleo juvenil. Según los últimos datos publicados por Eurostat, el primer mes de 2021 la tasa de desempleo fue del 16,9% en la UE y del 17,% en la zona del euro, poca variación con respecto a diciembre, donde se anotaron un 16,9% y un 17,2%, respectivamente.